Vértigo

Diego Manuel García. 
VERTIGO de ALFRED HITCHCOCK.
VERTIGO es una de mis películas más admiradas. Estrenada en el Festival de San 
Sebastián de 1958, donde Alfred Hitchcock consiguió la Concha de Plata como mejor 
director y James Stewart el premio al mejor actor. Aparte de su éxito en el festival 
donostierra, esta película fue recibida de manera tibia por crítica y público en su exhibición comercial. Sin embargo, con el paso de los años, se ha convertido en un título de culto. 
Hitchcock y todo su equipo de producción, crearon una verdadera obra maestra, y como tal, es preciso verla repetidamente, para encontrar en cada visionado nuevos detalles. Ello se ha hecho posible a partir de que la película fuera editada en DVD, en 2003, después de haber sido sometida a un complejo proceso de restauración, en 1996, que recuperaba los colores originales de la excelente fotografía realizada por Robert Burks, y un sonido mejorado con respecto al original donde se puede disfrutar de la extraordinaria banda sonora de Bernard Herrmann, fundamental en esta película, donde imágenes y música están perfectamente concatenadas. También, es preciso resaltar el diseño de vestuario de la famosa Edith Head. 
Vertigo es una adaptación de la novela De entre los muertos de los escritores franceses 
Pierre Boileau y Thomas Narcejac, realizada por los guionistas Alec Coppel y Samuel 
Taylor, junto al propio Hitchcock, quien también intervino activamente en la elaboración del guión. La película supera con creces a la novela, y en ella se narra la trágica historia en la que se sumerge John (Scottie) Ferguson, inspector de policía, aquejado de acrofobia (terror a las alturas), por lo que ha tenido que retirarse del servicio. Un día recibe la llamada de Gavin Elster, un antiguo compañero de estudios, quien le pide que siga discretamente a su esposa Madeleine, que parece estar poseída por el espíritu de su bisabuela Carlota Valdés, muerta cien años antes. Scottie no parece interesarse por la petición de Gavin Elster. Sin embargo, al contemplar por primera vez a Madeleine queda fascinado por su belleza, y comienza a seguirla con su coche en los desplazamientos que realiza por la ciudad de San Francisco, donde ella conduce un precioso Jaguar verde (modelo 1957). 
Después de salvarla, cuando intenta suicidarse tirándose al agua en la bahía de San 
Francisco, ambos se conocen y Scottie se enamora perdidamente de ella e intenta 
protegerla. Pero las tendencias suicidas de Madeleine, hacen que se lance desde la torre de una antigua misión española, sin que Scottie pueda salvarla debido a su acrofobia, lo que le produce una profunda depresión. Una vez recuperado, ve por la calle a una mujer que se parece mucho a Madeleine. Se trata de una chica de nombre Judy Barton, de apariencia 
ciertamente vulgar en comparación con la sofisticada Madeleine. Scottie la sigue y logra 
establecer una relación con ella. Obsesionado por recuperar la figura de Madeleine, va 
consiguiendo transformar a Judy, hasta conseguir que se parezca del todo a Madeleine. 
Finalmente, al ver el collar de Carlota Valdés colgar de la garganta de Judy, descubre que 
Judy y Madeleine son la misma persona (los espectadores ya tienen esa información), y que ha sido sometido a un terrible engaño. Scottie lleva a Judy al lugar donde murió Madeleine, 
esta vez si logra subir con ella hasta la torre, y la increpa duramente por su conducta al ser 
cómplice con Gabin Elster de un crimen; y, una asustada Judy, realiza un falso movimiento 
y también cae al vacío. Esta historia es contada de manera magistral por Hitchcock, con un lenguaje eminentemente visual (cine puro), donde las imágenes hablan por si mismas. 
Destacar la secuencia en el restaurante Ernie’s (espacio recurrente de la historia), cuando 
Scottie contempla por primera vez a Madeleine y donde la cámara se mueve mediante una 2
serie de muy complejos travelling, dada la cantidad de personas que hay en el restaurante, siempre con la mirada subjetiva de Scottie, fascinado por la presencia de Madeleine, remarcada por un tema musical recurrente de suave lirismo. Destacar la larga secuencia (sin diálogos), donde Scottie sigue a Madeleine por las calles de San Francisco, con paradas en lugares emblemáticos como el Museo de la Legión de Honor, en cuya sala de exposiciones vemos como Madeleine contempla el retrato de su antepasada Carlota Valdés, que porta un collar (objeto esencial de la historia). También, ese impresionante plano general (con la mirada subjetiva de Scottie), donde puede verse la gigantesca estructura del puente Golden Gate, en comparación con la diminuta figura de Madeleine, a punto de lanzarse al mar. Y, casi al final de la película, ese travelling circular, cuando Scottie y Judy (ya convertida en Madeleine) se funden en un largo y apasionado beso, donde el espacio pasado (última vez que Scottie besó a Madeleine, antes de su suicidio) y el presente giran alrededor de ambos personajes. Las últimas escenas de la película son de una gran tensión dramática remarcada por la música. Tanto Kim Novak como James Stewart, realizan extraordinarias interpretaciones de sus personajes introduciéndose totalmente en su psicología. Destacar también, la magnífica interpretación de Barbara Bel Geddes como Midge, la amiga de Scottie, cuya presencia resulta esencial para el avance de la historia. Muy recomendable el visionado de Vertigo en una reciente edición en Blu-ray con imágenes de alta definición. 
Desde los años ochenta del pasado siglo, Vertigo ha ido apareciendo en las listas de mejores películas de la historia. Y, en 2012, la prestigiosa revista cinematográfica britática Sight & Sound, previa consulta a 846 críticos a nivel mundial, la colocó como mejor película de todos los tiempos. Aunque, estas clasificaciones pueden resultar subjetivas, demuestran el cada vez mayor interés que ha ido suscitando esta magistral película.

Comentarios

Entradas populares de este blog